La sociedad GARED s.r.o. ha obtenido una licencia para utilizar el material termorregulador patentado Outlast® y se ha convertido en socio oficial de la sociedad Outlast Technologies LLC, Golden.
Outlast® fue creado para el espacio
Cuando un astronauta asciende al espacio, se mueve en temperaturas extremas. Por lo tanto, la NASA quería crear un material que pudiera mantener la comodidad térmica de los astronautas en condiciones de calor y frío extremos. El desarrollo de dicho material comenzó en 1988 y se utilizó en trajes espaciales a principios de la década de 1990. Debido a las propiedades excelentes del material Outlast®, su fácil mantenimiento, precio razonable y la posibilidad de utilizar sus propiedades en casi cualquier tejido, pronto quedó claro que Outlast® no solo terminaría en los trajes espaciales de los astronautas, sino que tenía un alto potencial de uso por parte del público en general.
Ya en el año 1991 la empresa Outlast Technologies, LLC., obtiene una patente para el uso comercial de la tecnología y busca posibilidades de uso. Resulta que Outlast® es un excelente medio con el cual el cuerpo humano sabe luchar con cambios de temperatura. Desde 1998, la primera ropa revolucionaria con capa de material Outlast® ha estado disponible en el mercado.
La Outlast Technologies, Inc fue fundada en 1990 y tiene su sede en Boulder, Colorado/EE.UU., en Europa con sede en Golden/Alemania y en Asia en Tokio/Japón. La tecnología Outlast® fue desarrollada para la agencia NASA para proteger astronautas contra fluctuaciones de temperatura. En 2003, recibió el prestigioso premio "Certified Space Technology™". Hoy la sociedad Outlast® tiene más de 96 patentes emitidas y 59 patentes solicitadas para materiales con termorregulación de temperatura.
La empresa es líder en el campo de los materiales de termorregulación que funcionan según el principio de cambio de estado (PCM). Ofrece muchas variantes de materiales que incorporan la tecnología inteligente Outlast® y coopera con más de 300 marcas en el sector de la ropa, el calzado y la ropa de cama. Además de estos sectores tradicionales, el material Outlast® también se usa activamente en otras áreas: la industria del embalaje y del mueble, la industria militar, pero también en la medicina y muchas otras áreas.
Cada producto con la tecnología Outlast® se somete a las pruebas en la etapa de su producción para garantizar el más alto nivel posible de calidad y fiabilidad.
Outlast® utiliza el cambio de estado
El prinicipio de Outlast® es inesperadamente simple:
¿Recuerdan el cambio de estado de su clase de física? Cuando las sustancias pasan de un estado sólido a un estado líquido, consumen calor y lo acumulan. Cuando pasan de líquido a sólido, liberan calor. El material Outlast funciona igualmente de esta manera. El tejido con una capa de Outlast® contiene, en sus fibras, partículas microscópicas de una sustancia que acumula y absorbe el calor lo mejor posible o lo libera en atención a los requerimientos de temperatura del cuerpo humano. El material que cambia de estado se almacena dentro de cápsulas microscópicas que son muy resistentes – no licuan, se adaptan a los cambios en el volumen del material interno y son resistentes al daño mecánico para soportar el propio procesamiento y el uso posterior de la ropa.
El Outlast® está constituido por bolitas microscópicas llamadas Thermocules®. En las Thermocules®, de hecho, hay un ciclo constante de cambio de estado. Como acumulador de calor, nunca se agota. Estas bolitas se insertan directamente en la fibra a partir de la cual se tejen las telas, forman parte de una capa especial de laminados para zapatos o se aplican a telas no tejidas. El material Outlast® es completamente invisible a primera vista, no cambia la estructura ni la apariencia de los tejidos. Toda la ropa se puede incluso lavar en la lavadora. Y además de eso Outlast® es utilizable en cualquier lugar: en el espacio, en Groenlandia, en la República Checa, para prácticamente cualquier propósito... incluso en chalecos antibalas.
Ya no tienen que tener frío o calor
El Outlast® no tiene competencia en la sensación de confort térmico ideal. Ni calor, ni frío. La temperatura resulta adecuada.
El Outlast® equilibra los cambios en la temperatura de los ambientes interno y externo, se crea un agradable microclima entre la piel y una capa de Outlast®. Gracias a su capacidad de acumular calor repetidamente y luego liberarlo de nuevo, mantiene una temperatura estable todo el tiempo.
Entonces, ¿cómo se siente uno con Outlast®?, preguntan ustedes?
El Outlast® puede calentar y enfriar. Depende de la temperatura de su cuerpo y de si usted necesita refrescarse o calentarse. Sencillo, ¿verdad?
¡Por esto el Outlast® puede reducir la sudoración!
Si bien la mayoría de los materiales «reductores» del sudor funcionan según el principio de eliminación rápida y completa del sudor del cuerpo, el Outlast® reduce directamente la formación de sudor. ¿Cómo es posible? Recordemos cómo aparece el sudor. Sudamos cuando nuestro cerebro evalúa la situación y descubre que el cuerpo está demasiado caliente. Luego envía una señal para que se enfríe. En ese momento, comienzan a aparecer gotas de sudor. No obstante, el Outlast® lo evita – inmediatamente elimina el calor del cuerpo y lo acumula en cápsulas Thermocules®. Al evaluar la situación, el cerebro descubre que la temperatura del cuerpo está bien por lo que no hay necesidad de enfriarlo. Por lo tanto, usted suda mucho menos.
OUTLAST®
Los ciéntificos de la NASA desarrollaron Outlast® como un material que puede acumular y liberar calor. Su uso en la industria textil ayuda a crear un microclima estable entre la piel y el tejido.
THERMOCULES®
Outlast® Bajo el microscopio, el Outlast® se ve como pequeñas bolitas que están dentro de las fibras de la tela. Una sustancia que acumula calor cambia de estado. Para evitar que se filtre o se evapore, se cubre con una capa lo suficientemente fuerte como para soportar el desgaste y la confección real de la ropa.
